Día de la mujer

Día Internacional de la Mujer. 2020

La doble discriminación lastra el acceso al empleo de las mujeres con discapacidad

El 66,4 % de mujeres con discapacidad en edad activa en España están en situación de inactividad (frente al 28,3% de las mujeres sin discapacidad), según datos de se pueden consultar en este Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de la Fundación ONCE, cuyo objetivo es entre otros dar a conocer la realidad laboral de las mujeres con discapacidad. coincidiendo con la celebración del próximo 8 de marzo del día internacional de la mujer, significamos está circunstancia.

Las 809.000 mujeres con discapacidad que hay en nuestro país en edad laboral sufren una doble discriminación, por razón de sexo y discapacidad, que dificulta su acceso al empleo.

Alcanzar un trabajo en igualdad de condiciones se convierte para este colectivo, en una meta de difícil alcance, donde el entorno familiar, la sociedad en general y el mercado laboral en particular tienden a condenarlas hacia la inactividad, coartando su plena integración y desarrollo.

El empleo más allá del soporte económico que reporta, se conforma como piedra angular de integración, reconocimiento social y elemento de satisfacción personal. Es por ello, que quedar al margen del trabajo remunerado, implica déficits en el desarrollo del individuo, incluyendo la dependencia de terceros en términos económicos.

Baja participación laboral bajas pensiones.

Cabría vincular dicha ausencia de participación en el mercado, con situaciones de incapacidad laboral reconocida, no obstante, los datos evidencian que no es esta la causa, dado que exclusivamente el 35,5% de prestaciones de ésta índole van dirigidas a mujeres, lo que redunda en la escasa concurrencia de las mujeres con discapacidad en el contexto laboral. A ello, hay que añadir que en los casos en los que reciben dichas pensiones, su cuantía es inferior a la de las percibidas por los hombres del colectivo (843 euros de media, frente a 1.003 para los varones).

Apuntando a la misma tendencia de inactividad, las pensiones de carácter no contributivo (es decir, aquellas dirigidas a personas sin recursos y en situación de necesidad, aun cuando no hayan cotizado) tienen una mayor presencia en las mujeres, acumulando el 73% de las prestaciones económicas de estas características dirigidas específicamente a personas con discapacidad, confirmándose así una mayor precariedad que condiciona su calidad de vida.

El análisis evolutivo de la inactividad laboral de las mujeres con discapacidad arroja datos poco favorables. Si bien se observa un descenso continuo hasta 2013, a partir de dicho año surgen fluctuaciones, que concluyen en 2018 con los mismos valores que en 2012. Si bien en cierto, que esta comparaciones hay que tomarlas con precaución por el cambio de metodología de la fuente de información producido en 2014.

Tasa de actividad de las mujeres

 

Ello implica que, a pesar de las justas reivindicaciones, de las evidencias discriminatorias y del esfuerzo permanente, la sociedad no evoluciona hacia la igualdad de oportunidades y la inclusión de la diversidad.

Las mujeres con discapacidad se ven afectadas por clichés y prejuicios educacionales y sociales que suelen relegarlas a funciones vinculadas a las labores del hogar y la atención familiar, obstáculos que las condenan a la dependencia económica, al riesgo de pobreza y exclusión social, impidiendo un desarrollo profesional y personal que las conduzca a la autosuficiencia.

En definitiva, resultan imperantes cambios estructurales, sociales y educacionales que secunden el camino hacia el empleo de las mujeres con discapacidad. Una conciencia social que respalde el esfuerzo, que aliente oportunidades y cimiente políticas igualitarias e integradoras.

Odismet ofrece información permanentemente actualizada sobre las mujeres con discapacidad y su relación con el empleo, como punto de partida para conocer y evidenciar la situación marginal existente, desde donde construir los pilares necesarios hacia la equidad

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